Del gris asfalto al verde pimiento: todo lo que mejora la ciudad tener un huerto urbano
Dani Cabezas
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Comenzaron como una manera de “hacer barrio†y recuperar solares abandonados o zonas degradadas de las ciudades. Hoy, algunas como Madrid cuentan con casi un centenar de huertos urbanos y son clave para potenciar la flora y la avifauna o para mejorar la calidad del aire
Más allá de los propios frutos que nos da el huerto, el beneficio para la biodiversidad urbana es otro de sus puntos a tener en cuenta, tal y como recuerda la Fundación Endesa. Se trata, al fin y al cabo, de espacios verdes que, gestionados de forma ecológica, sin usar pesticidas y dejando retazos de vegetación natural o flores silvestres, sirven de hábitat para las distintas especies animales y vegetales. Del mismo modo, son clave para mitigar los efectos de la llamada isla de calor, un fenómeno que consiste en la alta concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera de las ciudades, lo que provoca que no pueda disiparse la radiación y el calor de superficies que, por ejemplo, pavimentos o edificios han ido acumulando durante el dÃa.
El fomento de la biodiversidad se consigue de muchas maneras y, por supuesto, va más allá de cultivar vegetales para el consumo humano. Las bandas florales, además de su potencial decorativo, son esenciales. Proporcionan una fuente de alimentación para los polinizadores; sirven de refugio para la fauna local e incluso pueden incrementar el rendimiento de ciertos cultivos. Además, favorecen el control biológico de plagas y reducen y previenen la erosión del suelo.
“En las ciudades, todos los espacios públicos están concebidos para unos usos muy concretosâ€, apunta Casadevante. “Pero lo que no existe es la posibilidad de coger un espacio baldÃo y juntar a una comunidad para que lo diseñe, lo construya, se haga cargo de su mantenimiento, de su cuidado y de su proyección hacia el futuro. Eso genera una dinámica de apropiación del propio espacio en el que se desarrolla la actividad hortÃcola y un protagonismo de las comunidades localesâ€.
â—‹ La primera respuesta que viene a la cabeza resulta obvia: alimento. Verduras frescas y nutritivas. Frutas sabrosas o legumbres llenas de proteÃnas.
○ Los huertos urbanos fomentan la agricultura ecológica y el acceso a alimentos de calidad, algo que repercute positivamente en nuestra salud.
○ Contribuyen de manera decisiva a hacer comunidad y mejorar la vecindad, estrechando lazos e integrando a grupos diversos en la vida del barrio, como mayores, niños o inmigrantes.
○ Fomentan la biodiversidad de especies de la zona, ya que crean nuevos hábitats donde insectos (por ejemplo, abejas y otros polinizadores), aves o pequeños anfibios pueden prosperar.
â—‹ Mejoran la calidad del aire.
â—‹ Contribuyen a mitigar los efectos de la isla de calor.
○ Apostar por la agricultura ecológica y local con productos de temporada, asà como evitar las que utilizan pesticidas y otros productos dañinos para el medio ambiente.