Gran Canaria, la isla de la eterna primavera (y ahora a un paso de Valladolid)

Porque este destino no es solo para el verano, puedes dejar el abrigo en tierra y volar hasta allí en poco más de dos horas y media en cualquier momento del año

Tiene todas esas ‘D’ que siempre le pedimos a unas vacaciones en cualquier momento del año: diversión, descanso, disfrute, diversidad de paisajes y vitamina D a tope. El clima de las Islas Canarias, con una media anual de 22ºC, se considera como el mejor del mundo, por sus suaves y agradables temperaturas que se mantienen durante todo el año, y también por sus escasas lluvias. Además, el archipiélago es la región de Europa con más horas de luz solar al día. Un destino abierto todo el año que da la bienvenida a todo tipo de viajeros: si buscas relax, si quieres adentrarte en su mar de forma activa, si quieres descubrir su interior, recorrer senderos, descender barrancos, conocer tradiciones, inmortalizar parajes recónditos, si viajas solo, en pareja o con amigos, Gran Canaria lo tiene todo. Un paraíso que ahora está más cerca que nunca: la aerolínea Binter conecta Valladolid con la isla de Gran Canaria en poco más de dos horas y media mediante vuelos directos durante todo el año. Además, gracias a una promoción especial, del 3 al 12 de octubre se pueden adquirir billetes para volar entre noviembre y diciembre por solo 83,85€ por trayecto. Puedes buscar tu vuelo en la página web de Binter y embarcarte en un viaje maravilloso con planes como estos:

Continente en miniatura

Del azul del mar al intenso verdor de los bosques de pino canario. Gran Canaria destaca por sus marcados contrastes, con un paisaje que intercala barrancos, calderas volcánicas, acantilados y valles. Los amantes de la playa pueden elegir si prefieren evadirse en las tranquilas aguas del sur, que deslumbran con su arena rubia, como la conocida Maspalomas, Playa del Inglés y Meloneras, o descubrir la belleza salvaje de las playas del norte, pequeñas calas de arena oscura con mayor oleaje, como la de Guguy, para muchos considerada como la más paradisiaca de Gran Canaria. Y para quienes elijan cambiar la arena por unos escarpines, Gran Canaria cuenta con una colección de piscinas naturales a la orilla del mismísimo océano, como Las Salinas de Agaete, desde donde el atardecer es todo un espectáculo, o La Furnia, un pequeño oasis que parece concebido para olvidarse del mundo. 

Arte urbano y vanguardia: Las Palmas de Gran Canaria

La capital de la isla de Gran Canaria es una urbe abierta al mar que guarda un patrimonio arquitectónico digno de explorar. Pasear por sus calles es sentir el abrazo de su gente, de carácter hospitalario y espíritu abierto, y disfrutar de la autenticidad de barrios como Vegueta, donde se alzan lugares tan emblemáticos como la Casa de Colón o la Catedral de Santa Ana, que llama la atención por su exterior neoclásico y su interior barroco. Sus casas coloniales y el empedrado de sus calles contrastan con el vanguardismo propio de la época que se refleja en espacios como el Centro Atlántico de Arte Contemporáneo. El otro barrio histórico de Las Palmas de Gran Canaria es el de Triana, que extiende, paralelas al mar, calles peatonales llenas de tiendas y cafeterías. Aquí se encuentra la casa natal de Benito Pérez Galdós, un museo que rinde culto a su legado. 

La tranquilidad está en el interior

Más allá de la capital y los núcleos turísticos de la costa, nos esperan acogedores y tranquilos pueblecitos en los que el ritmo es más sosegado. Lugares de tradición que nos permiten disfrutar de la sencillez y la calma. Un ejemplo es Tejeda, que forma parte de ‘Los pueblos más bonitos de España’, y desde cuyo Parador Nacional se puede admirar una de las perspectivas más fascinantes de la isla. Cerca está Artenara, el pueblo más alto de Gran Canaria. Fataga, con su exuberante palmeral y casas blancas es otra visita obligada, igual que Arucas, cuyo centro ha sido declarado de interés histórico artístico. 

Paraíso para turistas activos

Gran Canaria puede ser el mejor gimnasio al aire libre para quienes la visiten buscando algo de acción. El 43% de la isla es Reserva de la Biosfera por la Unesco y algunas agencias organizan rutas y actividades deportivas ajustadas al nivel y la experiencia de cada viajero: senderismo, escalada, barranquismo o rápel son actividades que encuentran en la isla el mejor de los escenarios. Gran Canaria es también la meca europea del surf, y aprovechar sus condiciones meteorológicas excelentes para practicar alguna actividad náutica es prácticamente obligado: paseos en catamarán, buceo, excusiones en submarino, safari en moto de agua, avistamiento de cetáceos, pesca deportiva… las posibilidades son infinitas. 

Otoño con sabor a mojo picón

El poder de la tierra de Gran Canaria también se refleja en su excelente gastronomía. Las papas arrugadas con mojo son el plato más conocido de la isla, al que le siguen otras elaboraciones igual de exquisitas como el puchero canario, muy completo y nutritivo, o el escaldón de gofio. A Gran Canaria le sobran razones para presumir de sabores, y el queso también es una de ellas: con unas 80 queserías repartidas por su territorio, la isla se convierte en un edén para los amantes de este manjar, que aquí es delicioso debido al microclima de la isla, sus zonas boscosas que permiten que los rebaños pasten a sus anchas, y la biodiversidad de su paisaje. Con el océano Atlántico como despensa, Gran Canaria también supone un lugar ideal donde disfrutar del pescado fresco, y en la isla los restaurantes de cocina tradicional se mezclan con los internacionales en las zonas más turísticas, dando como resultado una oferta tan amplia que podría satisfacer hasta al más exigente de los paladares.