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Los ciudadanos no parecen dispuestos a invertir en un consumo impulsivo: hasta el 64% de ellos manifiesta que la pandemia les ha hecho pensar más en cómo gastar su dinero

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Ahorro

Así será el consumidor posvacuna

La inmunización de la mayoría de la población propiciará una nueva manera de vivir y comprar

Àngela Zorilla

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Àngela Zorrilla

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La irrupción de la COVID-19 ha supuesto un antes y un después en la vida de los ciudadanos. Es un hecho que la situación derivada de la pandemia ha redefinido incluso la forma de consumir. La crisis ha desencadenado un profundo cambio de hábitos que va mucho más allá del que provocó el confinamiento estricto de marzo de 2020. De hecho, la aparición de nuevos hitos en la evolución de esta crisis sanitaria ha ejercido y seguirá ejerciendo su propia influencia en el consumo. Un ejemplo de ello es la sucesión de oleadas de contagios, que ha afectado considerablemente a la confianza de los consumidores.

Aunque‌ ‌tal‌ ‌vez‌ ‌el‌ ‌hito‌ ‌más‌ ‌influyente‌ ‌esté‌ ‌siendo‌ ‌la‌ ‌aceleración‌ ‌de‌ ‌la‌ ‌‌vacunación‌ ‌masiva‌ ‌de‌ ‌la‌ ‌población,‌ ‌especialmente‌ ‌por‌ ‌sus‌ ‌implicaciones‌ ‌de‌ ‌futuro.‌ ‌No‌ ‌en‌ ‌vano,‌ ‌el‌ ‌75%‌ ‌de‌ ‌los‌ ‌españoles‌ ‌considera‌ ‌que‌ ‌la‌ ‌COVID-19‌ ‌dejará‌ ‌de‌ ‌impactar‌ ‌en‌ ‌sus‌ ‌vidas‌ ‌cuando‌ ‌la‌ ‌mayor‌ ‌parte‌ ‌de‌ ‌la‌ ‌población‌ ‌esté‌ ‌vacunada.‌ ‌Así‌ ‌lo‌ ‌desvela‌ ‌el‌ ‌estudio‌ ‌‘‌Future‌ Consumer‌ ‌Index:‌ ‌Deconstruyendo‌ ‌al‌ ‌consumidor‌ ‌en‌ ‌un‌ ‌entorno‌ ‌posvacuna’‌,‌ ‌elaborado‌ ‌por‌ ‌EY-Parthenon‌ ‌a‌ ‌partir‌ ‌de‌ ‌encuestas‌ ‌realizadas‌ ‌a‌ ‌consumidores‌ ‌españoles.‌

Una vez que la vacunación avance y la mayoría de los ciudadanos estén inmunizados, los consumidores adoptarán una nueva manera de comprar y disfrutar de su tiempo. El estudio da algunas pistas sobre cómo será el consumidor en un entorno posvacuna.

La vacunación va a ser el requisito

El informe desvela, además, hasta qué punto el avance de la vacunación puede llegar a influir en la manera en que los ciudadanos consumen. De hecho, la inmunización de la mayoría de la población es el hito que los consumidores más asocian como el principio del fin del impacto de la pandemia sobre sus vidas.

Se trata de una circunstancia que supera incluso a la propia inmunización: mientras el 59% de los encuestados afirma que la enfermedad dejará de impactar en su día a día desde el instante en el que se vacunen, el 72% sitúa ese momento cuando la mayor parte de la población haya recibido las dosis de vacuna que le corresponda.

De hecho, establecer la vacunación previa como requisito imprescindible para utilizar ciertos servicios animaría a muchos ciudadanos a disfrutarlos con mayor confianza. Según el estudio, la mayor parte de los encuestados se sentiría más propensa a realizar actividades como viajar en avión (66%) o en crucero (60%) si estar vacunado fuera obligatorio para acceder a ellas. Un planteamiento que se repite a la hora de acudir a la peluquería (62%), al gimnasio (60%) o al cine (60%), entre otros.

Esta percepción se alinea con algunas iniciativas como la aprobación del pasaporte sanitario, recientemente aprobado por la Unión Europea y que facilitará los viajes dentro del territorio comunitario para contribuir a la reactivación de la economía.

Hasta el 40% de los consumidores estaría dispuesto a pagar un extra por productos locales y reducir la comida empaquetada por razones medioambientales

¿Vuelta a la ‘antigua normalidad’ o un esfuerzo por lograr una ‘nueva existencia’?

Una de las grandes incógnitas que se plantean los ciudadanos y las empresas tiene que ver con el momento en el que todo volverá a ser igual que antes. Cuándo podrán decir que su modo de vida es similar al que tenían antes de que se desencadenara la pandemia, si es que esta situación se da algún día. De hecho, el 74% de los encuestados manifiesta que la COVID-19 ha cambiado significativamente la forma en la que vive y hasta el 57% piensa que su vida no volverá a la ‘antigua normalidad’.

El estudio indica que determinadas mejorías en la evolución de la pandemia, como la bajada en el número de casos acumulados o el avance de la vacunación, no tienen, de momento, una gran influencia en la comodidad que sienten los ciudadanos al realizar ciertos actos de consumo. De hecho, la mayor parte de los españoles declara que seguirá sintiéndose incómodo en actividades que se realizan en espacios cerrados y con escasa distancia social.

Este factor puede explicar por qué gran parte de los encuestados señala que tardará todavía meses o incluso años en volver a sentirse cómodo viajando por vacaciones (71%) o por trabajo (65%), así como en su compromiso con sus actividades de ocio (65%) o el uso que hacen de los locales de restauración como restaurantes, pubs y bares (63%). En el otro lado de la balanza se sitúan actividades como hacer la compra o acceder a servicios financieros, cuya vuelta a la normalidad en este sentido ya se ha producido o se espera que suceda en cuestión de días o semanas.

El 72% de los españoles considera que la COVID-19 dejará de impactar en sus vidas cuando la mayoría de la población esté vacunada

Lo más importante es hacer un cambio de mentalidad

Los cambios en las preferencias y los comportamientos de consumo a largo plazo se alinean con una cierta aceleración en la concienciación de los consumidores con temas sociales y medioambientales. Un fenómeno que se está observando a lo largo de la pandemia. Conceptos como la sostenibilidad de los productos, su origen natural e incluso geográfico pesan cada vez más en las decisiones de compra de los españoles. Hasta tal punto es así, que muchos de ellos muestran incluso su disposición a pagar más por adquirir aquellos más beneficiosos para el consumidor y su entorno.

Así lo desvela el informe de EY-Parthenon: hasta el 40% de los consumidores estaría dispuesto a pagar un extra por productos locales y reducir la comida empaquetada por razones medioambientales. Porcentaje mucho mayor en comparación con el de 2019. Asimismo, el 29% pagaría una prima por adquirir productos de alta calidad, el 22% lo haría por bienes y servicios más sostenibles, mientras que el 19% lo haría por sumar productos orgánicos a su cesta de la compra.

Otras tendencias que llaman la atención en este sentido tienen que ver con la confianza. Hasta el 18% de los consumidores abonaría algo más de dinero por comprar marcas en las que confía y el 15% lo haría por utilizar minoristas que merezcan su crédito.

Solo el tiempo confirmará si todas estas percepciones se transforman en realidad en un escenario de consumo posvacuna. Lo que parece acreditado es que la manera en que los ciudadanos consumen experimentará cambios a largo plazo cuya evolución no conviene perder de vista.

Una apuesta por el ahorro

El ahorro es una de las consecuencias que ha traído la pandemia sobre los hábitos de los consumidores y que mayor influencia puede tener en un escenario posvacuna. De hecho, los estudios apuntan que el 68% está tratando de ahorrar más que en el pasado. La tasa de ahorro de los españoles batió un récord histórico en 2020, hasta situarse en un 14,8%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

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Se trata de un comportamiento que aumentará la disponibilidad de recursos para destinar al consumo una vez que la confianza aumente gracias al avance en el proceso de vacunación. Sin embargo, los ciudadanos no parecen dispuestos a invertir en un consumo impulsivo: hasta el 64% de ellos manifiesta que la pandemia les ha hecho pensar más en cómo gastar su dinero. El futuro va hacia un consumo más responsable.