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VIDAS APASIONADAS

''Cuando te gusta alguien no hay menopausias ni años que valgan''

Tras 20 años de matrimonio y renuncias, Isabel rehízo su vida y recuperó sus pasiones: la danza, la actuación, la música y, claro está, el sexo

Prado Campos

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Lo importante es ese instante único en el movimiento. Darle a ese momento sentido, importancia y vitalidad. No dejar que se desvanezca en vano, sin ser percibido”. Estas palabras de la célebre bailarina Marta Graham describen a la perfección a Isabel. Bailarina, coreógrafa, profesora de danza, músico y actriz, esta barcelonesa es pura vitalidad, elegancia y movimiento. Si algo la define es una palabra: pasión. Pasión por su trabajo, pasión por la vida y pasión por la pasión. Eso fue precisamente lo que recuperó tras 20 años de matrimonio y renuncias: las ganas de vivirlo todo apasionadamente, desde su profesión hasta la magia de conocer a otras personas y redescubrir el sexo.

“Cuando encuentras a alguien que te gusta, que te enamora, no hay ni menopausias ni años que valgan. No hay nada. Tiras igual que una de 25”, explica. “Necesito conocer a esa persona. Necesito conectar, Necesito olerla. Sentir que haya una sensación de piel”. Isabel es una de las protagonistas de la nueva campaña de Pikolin Haz algo que te quite el sueño, con la que la célebre marca de colchones quiere derribar uno de los últimos tabúes en torno a los mayores: el del sexo. Porque, como defienden, lo importante en la vida es vivirla con pasión.

Si algo define a Isabel es una palabra: pasión. Pasión por su trabajo, pasión por la vida y pasión por la pasión

Ella se casó con 28 y “abandoné todo a la antigua usanza. Fue un gran error con mayúsculas. Es algo que no hay que hacer nunca. Me creó un vacío enorme”, confiesa Isabel tras una de sus clases de danza desde el otro lado del teléfono. “Yo soy de esa generación de mujeres maduras a las que nos decían que te tenías que casar porque te ibas a quedar para vestir santos. ¡Qué chorrada! ¿Sabes lo que ha pasado? Todas mis amigas de mi generación estamos divorciadas”. Aunque asegura que plantear su separación, tras dos décadas de matrimonio y con dos hijas adolescentes entonces, fue muy duro, mereció la pena porque se recuperó a sí misma. “El consejo es no te rindas nunca. No te rindas“, dice con fuerza. “Hay que atreverse a dar el paso. Sabía que iba a ser un túnel oscuro muy duro de cruzar, durísimo, pero ha valido la pena. Yo me bajé de un tren y me he vuelto a subir a ese tren y me veo con 80 años bailando, haciendo el amor, a mi manera pero lo haré porque eso de que se acaba... No se acaba”, añade emocionada.

De hecho, según el estudio Seniors, Pasión y Sexo realizado por Pikolin, para dos de cada tres mayores de 60 años españoles el sexo es un tema igual o más importante que hace años y el 68% confirma que lo disfruta en igual o mayor medida. Además, el 82% reconoce estar satisfecho con el sexo e incluso un 54% dice estar muy satisfecho. Lo que sí añade un 65% es que le gustaría poder hablar más abiertamente de sexo, pero creen que está mal visto socialmente. Unos datos que confirman que la pasión, el deseo sexual y la vitalidad no se pierden con la edad ni mucho menos.

Este estudio concuerda con la última encuesta de la AARP y la Universidad de Michigan, que aseguraba que el 40% de las personas entre 65 y 80 años son sexualmente activos. Además, el 73% afirma estar satisfecho con su vida sexual. De igual modo, el último estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) también revelaba que el 60% de los mayores de 65% de nuestro país son sexualmente activos y tienen relaciones cuatro veces al mes. A la luz de esta realidad, la pregunta es por qué sigue siendo un tabú hablar del sexo en los mayores.

“Es el momento de derribar estos tabúes. Hay que atreverse porque parece que el sexo es solo para la gente joven con el culo terso y las tetas en su sitio y no”, afirma divertida Isabel. “En mi caso, el sexo que he tenido de mayor ha sido más y mejor, lo he disfrutado más. Con la edad te atreves más, te conoces más, lo comentas y compartes sin pudor qué te gusta y que no”. Y añade que hay muchos lugares comunes al respecto desde la supuesta hecatombe de la menopausia, que Isabel define al contrario como “una fiesta, es cierto que hay que cuidarse un poquito más pero es un momento estupendo para la mujer”, hasta esos que vetan al sexo a los mayores o de hablan de imposibilidades físicas.

“Lo importante es la pasión y la ilusión. No te puedes rendir. Si te rindes, en ese momento te haces viejo y estás acabado”

Las clases de flamenco con sus amigas (“son fuego, sangre y vida”, dice), sus cursos de actuación, sus trabajos en publicidad (nos cuenta que antes de casarse trabajó en muchas campañas importantes como una que hizo Freixenet con Gene Kelly), disfrutar de vivir sola y las dos parejas que ha tenido desde que se divorció le han devuelto el espíritu de quien era. “Da igual la edad. Lo importante es la pasión y la ilusión. Eso no se puede perder nunca: ilusionarse y tener metas, aunque te lleves chascos. No te puedes rendir. Si te rindes, en ese momento te haces viejo y ya estás acabado”.

Reconoce Isabel que se siente muy joven, probablemente gracias a su profesión, aunque no lleva del todo bien cumplir los años. Eso sí, lo hace con serenidad y felicidad. “Sí, soy muy feliz, pero me lo curro. También lloro con facilidad porque soy muy emocional y no me gusta aparcar el dolor. La felicidad hay que trabajarla y aferrarse a lo bueno que tenemos. El arte me nutre mucho porque es pura pasión”, garantiza. Por eso, termina rotunda: “Pienso morirme haciendo el amor y bailando. No hay edad para ello”. Quizás, porque como dijo Bernard Shaw, “el baile es la expresión perpendicular de un deseo horizontal”. Y el deseo, la pasión y la vitalidad son los motores de la vida de Isabel y de la de todos. Los años son solo cifras.

Injubilables y apasionados: así son los seniors en la cama

Una escena en la cama con una pareja que peina canas. Las risas se entrelazan como sus cuerpos. Su piel deja ver el paso del tiempo pero también las ganas de pasarlo bien. De disfrutar de la vida y del deseo, de la ilusión y la pasión. El sexo sigue siendo uno de los tabúes más extendidos cuando hablamos de las personas mayores de 60 años. Tanto es así que el 68% de la generación boomer se siente silenciada en temas relacionados con el sexo y la pasión y el 89% cree que a la gente joven le da vergüenza hablar de sexo con personas de su generación.

Estas son algunas de las principales conclusiones del el estudio Seniors, Pasión y Sexo, realizado por Pikolin, entre los españoles de más de 60 años. Para darles voz y visibilizar a todos aquellos mayores que viven apasionadamente su vida, la marca de colchones ha creado la campaña Injubilables, en el que cuentan las historias reales de Danielle y Rosa, de Isabel o de Goyo y Anna. Ellos, como la gran mayoría de los integrantes de la llamada generación silver, representan las ganas de vivir y de disfrutar de la vida con pasión. Y, claro está, el sexo es una parte fundamental de cualquier vida con independencia de la edad. Y lo dejan claro: dos de cada tres defiende que la pasión y el sexo son igual o más importantes que hace unos años y solo un 24% se considera una persona sexualmente poco activa.

#ParejaApasionada, una campaña para inundar la Red de fotos de mayores apasionados

Si uno googlea pareja apasionada y busca en las imágenes que ofrece el buscador, descubrirá una única estampa: jóvenes espectaculares en actitudes íntimas. Pero, ¿solo tienen sexo ellos? Para romper el tabú de que la pasión es una cosa exclusiva de jóvenes y acabar con el prejuicio hacia los mayores y su intimidad, Pikolin ha puesto en marcha la iniciativa #ParejaApasionada con la que pretende inundar internet y las redes sociales de imágenes de mayores apasionados y demostrar que para la pasión, el amor y el sexo no hay edad. Ha llegado el momento de romper el tabú.