?
IBERDROLA

Renovables, la llave de la economía verde

Iberdrola avanza en su compromiso de convertirse en una empresa cero emisiones en Europa para 2030 y acelera un plan de inversiones histórico de 75.000 millones de euros hasta 2025 para impulsar la economía verde 

Contenido desarrollado para

Content Factory

Compartir

La Unión Europea y los gobiernos nacionales han identificado a la transición verde y la digitalización como los ejes clave del relanzamiento y modernización de nuestras economías. Y han hecho más, respaldando con mecanismos de estímulo y recursos la decisión de alinear, con más rotundidad que nunca, el crecimiento de los países con una estrategia para la descarbonización como base para el diseño de los programas de recuperación. 

De esta forma, lejos de relegar la necesidad de luchar contra crisis climática, se han puesto en valor cuestiones como la mejora de la calidad del aire en las ciudades -que atraerán al 70% de la población media mundial en 2050-, la necesidad de revertir la frecuencia creciente de fenómenos meteorológicos severos y la oportunidad de promover activamente políticas sobre el clima, con el objetivo de trasformar la preocupación social en comprensión y esta comprensión en acción. Atajar el cambio climático y transformar la economía son demandas sociales crecientes y urgentes, y no solo la consecuencia de una revolución tecnológica, y esta es la mejor garantía de que la transformación es inevitable.

La urgencia y severidad de la crisis ha llevado a la Unión Europea al lanzamiento de un Plan de Recuperación sin precedentes, que no busca solo sortear la crisis actual, sino relanzar la industria y preparar la sociedad para la nueva economía mundial; más sostenible, digital, eficiente y resiliente. 

La exigencia respecto a la transición verde no sorprende a nadie, pues hace tiempo que Europa decidió liderarla, también por una cuestión estratégica: transformar anticipadamente la industria local para convertirla en proveedora de la nueva economía mundial sostenible. Entre tanto, la Comisión Europea también ha revisado la ambición de sus objetivos de reducción de emisiones del 40% al 55% para 2030 y los países que consumen más del 50% de la energía mundial han fijado objetivos de emisión neta cero para 2050. 

Este aumento de la ambición está en consonancia con las mejoras en la eficiencia y la competitividad de las tecnologías limpias, como la eólica, la solar o las baterías, -que han reducido los costes en un 80% en sólo 10 años- y con las demandas de los ciudadanos, que expresan claramente su preferencia por soluciones energéticas limpias, asequibles e inteligentes. 

120.000 millones invertido en la transición energética desde 2001

Iberdrola está convencida de que el cambio climático es el principal reto al que se enfrenta la humanidad y que, lejos de constituir una amenaza, se debe convertir en oportunidad para crear un modelo económico sostenible, que necesariamente irá de la mano de una mayor electrificación de la economía. 

La lucha contra el cambio climático ha sido el motor principal de la estrategia de la compañía en las dos últimas décadas. De hecho, ha invertido desde 2001 más de 120.000 millones de euros en energías limpias, redes y almacenamiento, que la han situado como un referente mundial en la lucha contra el calentamiento global.

“Frente al escepticismo, hace 20 años nos anticipamos a dar forma a la transición energética invirtiendo en sistemas energéticos más limpios y fiables basados en energías renovables, redes y almacenamiento. Ahora, la urgencia de luchar contra el cambio climático es unánime y la transformación el sector energético hacia un uso eléctrico es lo más eficiente para descarbonizar la economía”, ha explicado Ignacio Galán, presidente de Iberdrola que apunta además a “ahora es el momento de acelerar esa transición no solo para estimular la recuperación económica, sino sobre todo para construir un modelo productivo de futuro”.

Plan para la recuperación verde y el mantenimiento del empleo

El grupo quiere contribuir activa y decididamente a un futuro sostenible y bajo en carbono, un esfuerzo que también impulsará el desarrollo social y económico a través de la generación de empleo y riqueza. 

A través de un histórico plan de inversión de 75.000 millones de euros para el período 2020-2025 -el mayor presentado por una empresa española- la compañía aprovechará las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo y contribuirá al mantenimiento de sus más de 20.000 proveedores y al sostenimiento de alrededor de 500.000 empleos en el mundo.

El grupo dará un importante impulso al área de renovables, hasta duplicar 60 GW gigavatios (GW) de capacidad instalada en 2025 y los 95 GW en 2030. La compañía reforzará así posiciones en la tecnología eólica marina, con 4 GW al final del periodo -una tecnología que aporta 5 veces el EBITDA/MW frente a la energía solar fotovoltaica y 3 veces la energía eólica terrestre- y la solar fotovoltaica, con una previsión de 15 GW instalados al final del periodo. Además, consolidará su liderazgo en la eólica terrestre y la hidroeléctrica, con 26 GW y 14 GW instalados en 2025, respectivamente.

A España irán destinados cerca de 14.300 millones de euros de inversión -son un 21% del total del grupo y representan un incremento del 60% frente al plan anterior-. En este mercado, más de 7.000 millones se dirigirán a renovables y, a redes, más de 4.500 millones de euros.

Para materializar el plan, Iberdrola parte de una posición única, con una de las carteras renovables más grandes de la industria; un total de 70,5 GW distribuidos por sus áreas tradicionales -reforzadas este año y con nuevos mercados como Australia, Japón y Suecia- y principales tecnologías: 30,7 GW son fotovoltaicos; 20,2 GW, eólicos marinos y 16,3 GW, terrestres. En la actualidad, la compañía avanza en la construcción de 7 GW y tendría hasta 11 GW en ejecución en 2025.  

Con este plan, Iberdrola reforzará su liderazgo en términos de descarbonización. Sus emisiones de carbono por kWh, que ya están dos tercios por debajo de la media europea, seguirán disminuyendo hasta alcanzar cero emisiones en Europa ya en 2030, convirtiéndose en un actor clave para el éxito de la ambición climática de Europa. A nivel mundial, la compañía espera alcanzar menos de 50 gramos por kilovatio hora, frente a los 110 gramos actuales; unos niveles significativamente por debajo de los objetivos de los principales competidores para 2030. En la actualidad, Iberdrola genera ya el 100 % de su energía con cero emisiones en países como el Reino Unido, Alemania o Portugal.