Arte sin copyright
Exposición «El maestro de papel. Cartillas para aprender a dibujar de los siglos XVII al XIX» Del 15 de octubre al 02 de febrero.

No solo de megaexposiciones viven los museos. Hay proyectos más pequeños, de gabinete, centrados en las propias colecciones de las pinacotecas, que en ocasiones resultan tanto o más interesantes que aquéllas, por curiosas, atractivas, desconocidas o sorprendentes. Es el caso que nos ocupa, que forma parte de la celebración del bicentenario del Prado: una exquisita muestra centrada en las cartillas de dibujo de los siglos XVII al XIX, bajo el título «El maestro de papel».
Pero, ¿qué son las cartillas de dibujo, también conocidas como cartillas de principios? Son libros con estampas utilizados como material pedagógico en el aprendizaje del dibujo tanto en talleres de artistas como en academias o casas de particulares, especialmente de jóvenes aristócratas. Atrás quedaban los métodos tradicionales en la enseñanza del dibujo: obras facilitadas por el maestro, vaciados en yeso o la copia directa del natural.
Estas cartillas surgen en la Italia del XVII y, dado su éxito, muy pronto se expanden por toda Europa. Su finalidad era triple: enseñar a los alumnos a dibujar, ganar dinero con ellas y difundir la fama del artista. El problema es que, al ser una herramienta de trabajo, no se le daba validez artística y, debido a su uso, no se solían conservar. Si lo hacían, no se hallaban en muy buenas condiciones. Es, por tanto, un material didáctico muy poco conocido; en ocasiones, se trata de obras únicas o de gran rareza. El historiador del arte Ernst H. Gombrich puso fin al desprecio de la historiografía por estas cartillas; en 1956 las rescató de un olvido de siglos. Olvido del que tampoco se salvó el Prado. Hasta 2003, tan solo contaba con una de esas cartillas de dibujo. Hoy son 181 las que se hallan entre los 150.000 volúmenes de su biblioteca, gracias a adquisiciones y donaciones de importantes legados: Madrazo, José María Cervelló y el escultor y académico de Bellas Artes Juan Bordes. De esta última colección entraron en el Prado 162 cartillas.

La práctica de las Artes
de Carnelis Cort (h. 1533-1578) (grabador) y Joannes Stradanus (1523-1605) (dibujante)
Aguafuerte y buril
1573
Madrid, MNP, Gabinete de Dibujos y Estampas
La finalidad de las cartillas era triple: enseñar a los alumnos a dibujar, ganar dinero con ellas y difundir la fama del artista
Ese material de referencia ha sido catalogado, investigado, digitalizado (en el futuro estará en la biblioteca digital del Prado) y ahora se le dedica una exposición en la sala D del Edificio Jerónimos, comisariada por José Manuel Matilla y María Luisa Cuenca. Se muestra, hasta el 2 de febrero de 2020, un centenar de obras, no sólo del Prado (de sus fondos procede el 60% de lo expuesto), sino también de museos e instituciones (Biblioteca Nacional de Francia, Albertina de Viena, British Museum de Londres; Academia de Bellas Artes de San Fernando, Patrimonio Nacional, Biblioteca Nacional...) y colecciones privadas. Además, se ha publicado un catálogo razonado, coeditado con el Centro de Estudios Europa Hispánica.
Del olvido a la admiración
El historiador del arte Ernst H. Gombrich puso fin al desprecio de la historiografía por estas cartillas; en 1956 las rescató de un olvido de siglos. Olvido del que tampoco se salvó el Prado. Hasta 2003, tan solo contaba con una de esas cartillas de dibujo. Hoy son 181 las que se hallan entre los 150.000 volúmenes de su biblioteca, gracias a adquisiciones y donaciones de importantes legados: Madrazo, José María Cervelló y el escultor y académico de Bellas Artes Juan Bordes. De esta última colección entraron en el Prado 162 cartillas.
Explica Matilla que, en un principio, se pensó exponer solo las cartillas españolas, pero finalmente se optó por extender el proyecto a toda Europa: «Decidimos abrir el campo al patrimonio europeo. Existe una cultura común europea: todos aprenden a dibujar de la misma manera». Las cartillas, que por lo general tienen poco texto (son libros de imágenes) se exhiben en una pequeña sala, más iluminada de lo habitual, cuyo montaje evoca el taller de un artista. Se han eliminado las cartelas: el visitante dispondrá de un librito con los textos explicativos sobre las obras.
Los dibujos se centraban en el cuerpo humano. Pero en estas cartillas el cuerpo se fragmentaba, como si hubiera sido diseccionado por un forense o un asesino en serie. Lo primero que aprendían a dibujar eran las distintas partes del rostro. De lo más sencillo, a lo más complejo: ojos, boca, nariz... Después, brazos, manos, piernas y pies, torso... hasta acabar dibujando la figura completa. Era una época en la que aún no se hablaba de copyright, derechos de autor, plagios o apropiación indebida. Todo lo contrario, el fin de las estampas que figuraban en estas cartillas era ser copiadas, una y otra vez. Entre los artistas presentes en las cartillas, nombres como Durero, Rubens, los Carracci, Guercino, Le Brun, Ribera, Matías de Irala o Pedro de Villafranca, autor de la primera cartilla de dibujo española.
Livre de Pourtraicture, `{`s.l.: s.n., s.a.`}` - Jean Cousin (h. 1522-1594) - 33 hojas de texto y 29 estampas (entalladura)

Entre las obras más curiosas de la muestra, una del artista francés Charles Le Brun, que nacía hace 400 años. En 1668 impartió una conferencia sobre la expresión de las pasiones del alma, pero fue diez años más tarde cuando el ministro Colbert vio en la Academia Real de París una serie de dibujos de Le Brun sobre este tema y le animó a pasarlos a grabado, debido a su utilidad para el dibujo. Se llevó a cabo, póstumamente, por diferentes artistas y se difundieron por toda Europa. Las estampas -incluyen cada una seis rostros muy esquemáticos con sus respectivos sentimientos escritos bajo ellos- tuvieron un gran éxito, aunque también muchas críticas. Según José Manuel Matilla, los célebres emoticonos del WhatsApp se basan en este sistema expresivo de sentimientos (alegría, tristeza, admiración...) A través de una imagen se consigue transmitir un estado de ánimo. Ya estaba inventado hace cuatro siglos.
Eso sí, no se cumple la cuota femenina. Tan solo hay una cartilla hecha por una mujer: María del Carmen Saiz. Deuda que el Prado salda con creces en su próxima exposición. El museo exhibirá, cara a cara, la obra de dos grandes pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. La exposición está comisariada por una conservadora del museo: Leticia Ruiz. Pero esa es ya otra historia.
MÁS INFORMACIÓN
«El maestro de papel. Cartillas para aprender a dibujar de los siglos XVII al XIX» Edificio Jerónimos. Sala D. Exposición realizada en colaboración con el Centro de Estudios Europa Hispánica.
Del 15 de octubre de 2019 hasta el 2 de febrero de 2020
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
REGIMEN DE ACCESO
La compra de entradas para la exposición puede efectuarse por internet (www.museodelprado.es) o en las taquillas del Museo al precio de 15 euros (reducida o gratuita, conforme a las condiciones habituales ya establecidas). La entrada permite la visita a la colección permanente, la exposición “El maestro de papel” y a las exposiciones temporales coincidentes con su calendario de apertura. De lunes a sábado de 18.00 a 20.00 horas, y domingos y festivos de 17.00 a 19.00 horas, todos los visitantes que quieran acceder a la exposición podrán beneficiarse de una reducción en el precio de la entrada individual que les corresponda, así los visitantes con tarifa general adquirirán una entrada reducida por importe de 7,50 euros y los colectivos con derecho a entrada reducida podrán adquirir la entrada con una reducción del 50%, es decir, a un precio de 3,75 euros. El horario de visita a la exposición será de lunes a sábado, de 10.00 a 20.00h., y domingos o festivos, de 10.00 a 19.00h (último acceso 30 minutos antes del cierre).