Repintado de la fachada del edificio del restaurante Monastrell. AM

El puerto de Alicante repinta de blanco las fachadas de su antiguo varadero y transforma la imagen del frente marítimo

La renovación estética del conjunto avanza una década después con el edificio que alberga el restaurante Monastrell

Adrián Mazón

Alicante

Viernes, 31 de octubre 2025, 13:01

Años después de que el puerto de Alicante iniciara un proceso de renovación estética inspirado en la luz mediterránea, la transformación continúa y se hace ahora más visible que nunca. Las fachadas de los edificios del frente marítimo vuelven a vestirse de blanco, un gesto que pretende recuperar la unidad cromática tradicional del puerto y reforzar una identidad luminosa, limpia y abierta al mar.

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El punto de partida lo marcó el Real Club de Regatas de Alicante, cuya fachada se pintó en blanco hace años como parte de una estrategia para modernizar su imagen. Ahora, la Autoridad Portuaria retoma ese proyecto y extiende la apuesta a otro de los inmuebles de su entorno, el antiguo varadero, edificio donde se ubica el restaurante Monastrell de la chef María José San Román.

Los andamios ya cubren esta fachada emblemática situada frente al mar y a pocos pasos del Muelle de Levante. Los operarios de la Autoridad Portuaria han comenzado a cubrir el tono ocre que durante años definió el perfil del edificio, y el blanco empieza a imponerse de forma progresiva.

Repintado de los edificios del puerto de Alicante. AM

«Hace diez años que propusimos esta línea estética, cuando reformamos el restaurante», ha explicado María José San Román a TodoAlicante al ser preguntada por la intervención en el exterior de su establecimiento. La chef señala que la idea partió también del arquitecto Javier García-Solera, autor de la rehabilitación de este espacio gastronómico con vistas privilegiadas al castillo de Santa Bárbara y al Mediterráneo.

Esta renovación cromática, a cargo de la Autoridad Portuaria, no afecta solo a este edificio. Se trata de una intervención que también ha marcado el presente del frente portuario en su conjunto. El antiguo edificio de Sanidad Exterior, destinado a convertirse en el Instituto de la Memoria Democrática, ya ha sido rehabilitado y también ha adoptado esta estética blanca.

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La Lonja del Pescado, bajo gestión municipal, también luce desde su última reforma un blanco pulcro que contribuye a la uniformidad visual de todo el espacio. Con ello, el paseo marítimo y el área portuaria consolidan un lenguaje visual homogéneo que invita al paseo y al disfrute del paisaje urbano costero.

Este proyecto refuerza una tendencia creciente en Alicante, la de la recuperación de elementos que devuelven protagonismo a su luz, su relación con el mar y su arquitectura mediterránea. Para residentes y visitantes, la transformación supone descubrir un puerto más integrado, más elegante y más fiel a su territorio siendo una ventana abierta al Mediterráneo.

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